Toda institución educativa debe tener absoluta claridad respecto a los fundamentos que sustentan su labor educativa, declarando sus principios que guiarán su proceder educacional.

1. Mejoramiento continuo: Se concibe como el proceso mediante el cual nuestra Escuela analiza su realidad, problemáticas, aspiraciones y desafíos en los ámbitos institucionales y pedagógicos; planifica y proyecta objetivos y metas, e implementa desafíos y acciones anuales que permitan avanzar en el desarrollo de sus procesos y prácticas institucionales y pedagógicas con miras a alcanzar lo declarado en su Proyecto Educativo Institucional (PEI).
2. Inclusión: Nuestra Escuela propiciará la incorporación de estudiantes de diversas condiciones sociales, religiosas, étnicas, económicas, sexuales y culturales, y brindará oportunidades a todas y todos los estudiantes en el desarrollo de sus capacidades y talentos, respetando sus intereses y su cultura de origen, generando una convivencia democrática, donde todos pueden participar.
3. Articulación: Corresponde a la práctica de vincular y unir. Esto supone reconocer que nuestra Escuela es una organización educativa, y está formada por personas diversas y estamentos que son distintos entre sí y a la vez, forman parte de un todo. Se trata de tener la disposición y actitud para unirse a otros y compartir conocimientos y experiencias, establecer vínculos y relaciones para hacer sinergia y contribuir al mejoramiento de los procesos institucionales y pedagógicos, con la finalidad de impulsar la mejora educativa con una mirada de la educación más amplia, profunda, significativa e iniciando el proceso de comunidad de aprendizaje.